Esta historia pasó en realidad, y es la razón por lo que la colonia infantil del salto de Villalba fue definitivamente abandonada en el año 1972. En 1955 se había construido como residencia vacacional para los hijos de los ingenieros que trabajaban en la Central Hidroeléctrica del Salto de Villalba. Tenía dos pabellones, uno para niñas y otro para niños. El de niños estaba en la primera planta y para subir a él, se utilizaba una escalera en el exterior del recinto. El de niñas, que se llamaba Los castores, se entraba por ambos laterales de a planta baja, el de la derecha para las niñas menores de 9 años y el de la izquierda para las mayores. En la colonia se podía participar desde los 6 a los 13 años.
La colonia fue abandonada en 1969, y la hiedra poco a poco fue ocupando toda la residencia infantil, de vez en cuando alguien intentaba adecentar el espacio con la esperanza de que lo volvieran a abrir, y volver a oír los cantos y los juegos de los niños durante los veranos. Poco a poco, los del pueblo se fueron llevando las camitas de los niños y en realidad todos los elementos que podían servir para su casa.
Un día Julia, una chica del pueblo que venía a limpiar en casa de los ingenieros, pasando por la colonia abandonada se encontró a una niña de unos 5 años, sentada en la escalera de la colonia que ya estaba llena de hiedra, Julia preocupada se acercó a ella. “Hola, porque lloras? Qué te pasa?” La niña la miró y sin dejar de llorar dijo: “Dartañan se me ha escapado y se ha metido ahí (señalando una ventana que estaba rota del edificio)” Julia preguntó “¿quién es Dartañán?” La niña sin dejar de llorar y con muchos suspiros: “mi gato”.
Julia se sentó a su lado en un escalón intentando tranquilizar a la niña. “ a ver, como te llamas?” “ me llamo Amalia” dijo la niña. Julia la cogió de la mano, se dio cuenta que iba vestida con un baby, y que éste tenia arañazos y alguna rotura. Julia señalando el baby “Esto te lo ha hecho Dartañan? “ nooo, el es muy bueno, me quiere mucho, es mi único amigo” Julia siguió preguntando, “y tus padres? Porque estás aquí sola?”, la niña miró hacia el suelo y empezó a llorar más fuerte, mientras le apretaba muy fuerte la mano a Julia. “Por favor, salvarás a Dartañan?” Julia sin saber que hacer, asintió con la cabeza, soltó la mano de Amalia y se puso en pie.
Rodeó todo el edificio para ver si había una entrada más fácil que la ventana rota por la que había entrado Dartañan, pero no encontró nada, así que decidió romper del todo el cristal de la ventana para que el agujero permitiera su paso, le costó no cortarse con la cantidad de cristales que se habían quedado en punta, pero gracias a su agilidad lo consiguió.
Empezó a andar despacio, no había casi luz, ya que las persianas estaban cerradas, había vegetación por dentro, al menos cerca de las ventanas, el lugar era muy húmedo y Julia intentaba pisar con cuidado, no fuera a ser que el suelo que era de madera y que con tanta humedad estuviera podrido se quebrara y ella se quedara atrapada.
Oyó al gato y le gritó “Dartañan, Dartañan, ven bonito” pero nada el gato no vino, volvió a repetir el grito varias veces y oyó su maullido, pero el gato no se acercaba. Julia seguía andando despacio, sin tocar mucho porque le daba un poco de asco todo y además no sabía lo que tocaba, de repente oyó que el gato entraba en una habitación al fondo porque la puerta crujió y sonó, y Julia fue hacia allí, más deprisa para que el gato no se escapara. Empujo la puerta por la que había pasado el gato, era una puerta desvencijada con golpes, pensó que los del pueblo se habían pasado con esa habitación y entró.
Detrás de ella la puerta se cerró de un golpe, Julia miró hacia la puerta instintivamente, la puerta por dentro estaba nueva, pensó “Cómo puede ser?” de repente la habitación se llenó de luz pero la ventana seguía con las persianas cerradas.
Lo que Julia vio la puso mucho más nerviosa de lo que estaba. Era una habitación rosa, con una camita con una colcha rosa, el cabecero era blanco, había una mesilla a la derecha de la cama, y frente a la cama un armario blanco que estaba abierto y de donde colgaban muchos vestidos preciosos. Estaba claro que era la habitación de una niña, de una niña pequeña “¿De Amalia?” “¿Cómo puede vivir sola una niña en este lugar abandonado?” de repente se fijó en Dartañan tumbado sobre la cama y mirándola fijamente.
Julia sintió pánico, solo quería salir de allí corriendo, se fijó en las paredes estaban todas llenas de fotos, en todas aparecía Amalia, sonriente, con sus padres, con su gato, en el campamento, que imaginó que era esa colonia, con otras niñas de su edad… no pudo más se dio la vuelta para salir corriendo, y allí estaba Amalia, mirándola, llena de sangre, el babi manchado de sangre, tenia una herida en la cabeza y la sangre le goteaba por uno de sus ojos. Julia gritó y se echó hacia atrás, mientras gritaba: “vete, quién eres?”.
Amalia grito, mientras señalaba la foto de sus padres “ELLOS ME MATARON, AHORA TE TOCA A TI!!!!”.
En el pueblo nadie volvió a saber nada de Julia, se oían rumores de todo tipo, que Felipe uno de los ingenieros jóvenes que casualmente se había ido de permiso el día que Julia desapareció se la había llevado con él, pero cuando volvió de su permiso, lo aclaró todo. Los padres de Julia dieron parte de su desaparición a la Guardia Civil, pero hasta ahora nadie a sabido nada de ella, y aún nadie ha vuelto a entrar en la residencia abandonada.
Y ahora preguntaréis que cómo se exactamente lo que pasó, pues porque me llamo Amalia y sigo buscando a mi gato.
Fotos: Mario Alfonso
Historia: Eva Saez @zenalmor
Localizacion:
- Antigua Colonia De trabajadores de “Unión Eléctrica Madrileña”. Cuenca.
- Hotel en la presa de la Toba.Cuenca.