1 mes entero… sola… en este caserón… no es lo que pensaba, no. Aquí Sofía Loren no está… y dudo que haya estado nunca… todo está viejo…Por las tardes escucho a gente que entra y se lleva las cosas de valor de la casa… gritan y se ríen ruidosamente.
Echo de menos Cilleruelo, pero sobre todo echo de menos a Paco, no sé cómo escribirle. Me escribió su dirección en el seminario para que le escribiera, pero aquí nadie me oye, nadie me ve. Intento asustar a la gente que entra por las noches, destrozando un palacio tan bonito, unas cosas tan bonitas… rompen las fotos, los cuadros, las ventanas.
Por las noches lloro, sola… recordando lo que me costó llegar hasta aquí… otro país… en tren, en ese tren ruidoso. Calculando debo haber tardado más de un año en llegar, y aquí ya llevo, un mes o más de un mes… no soy capaz de medir el tiempo, duermo cuando estoy cansada.. pero no siempre es de noche.
No entiendo lo que dicen, a veces palabras sueltas, alguna frase… ese tono tan musical y ruidoso que tienen aquí.. ya me había dicho Paco que no hablan español, que es italiano, pero que es parecido y que lo acabaré entendiendo.
Me gusta pasear por los jardines, no están cuidados pero siguen siendo hermosos. Debe ser Otoño, porque los colores son preciosos, amarillos y rojos. Hay un estanque y está lleno de ranas,,, por la noche cantan… y eso me tranquiliza… pero casi todas las noches hay hombres que entran a llevarse cosas, y lo que es peor a romperlas por diversión, incluso uno orinó frente a una pared…
Es terrible que no se respeten las propiedades de otros.
Me he acostumbrado a pasear todos los días, al menos lo intento.. al principio solo por los jardines… eran tan bonitos… ya no son bonitos, están abandonados… parejas entran a besarse, tocarse,… Decidí ir al pueblo, al principio me perdía.. esos caminos llenos de bosques, pero no tardé mucho en orientarme, en descubrir paisajes, riachuelos, lagunas, animales que solo conocía por los libros que me enseñaba Paco.
Al cabo de un tiempo entendía a los hombres y mujeres, hablaban muy alto como gritándose unos a otros, se tocaban continuamente, y su forma de hablar tenía cierta musicalidad. Me acabó gustando su forma de hablar, en mis sueños soñaba en italiano, y entendía mis sueños…
Me acostumbré a los vándalos, esa palabra siempre me gustó, as llamaba Paco a los que se reían de él cuando hablaba de mí, le llamaban loco, que veía fantasmas, riéndose escandalosamente y empujándole mientras lo hacían.´
Me acostumbré a que entraran y lo rompieran todo, a que no sintieran ningún respeto por nada…
Pero un día entraron 3 jóvenes, no tendrían más de 15 años, con esas ropas estrafalarias y con un bote del que salía una pintura negra, y llenaron todos los cuadros que aún quedaban enteros de esa pintura horrible, y entonces les grité.. les grité tanto como pude… y ellos me oyeron.. se asustaron y corrieron.
A los pocos días unos trabajadores que caminaban junto a mí, durante mi paseo diario, comentaron refiriéndose a mi caserón, que estaba habitado por un fantasma que alejaba a los malhechores… y a mí me gustó.
Me gustó tanto que desee que vinieran más, que pudiera gritar… que me oyeran, y que se asustaran… me di cuenta de que así dejarían de entrar a robar y a romper solo por diversión.
Y pensé que había encontrado algo que hacer en la vida…asustar!!!
Fotos de Mario Alfonso Suarez
